Páginas

martes, 21 de junio de 2011

“Factores que contribuyen en la formación de valores del ser humano desde la perspectiva de Eloísa Vasco Montoya”






“El valor moral transita por el espacio estrecho de difícil equilibrio entre la actividad reflexiva y consciente de la persona con arreglos a criterios morales argumentables y su ubicación en una cultura, en un momento personal e histórico definido que la interpela y exige tomar posiciones en su vida personal y social.”
Eloísa Vasco Montoya.



“La figura del maestro se ha constituido en la sociedad de todos los tiempos como la persona que es el ejemplo a seguir, a escuchar, a valorar y a exigir. Los valores del docente tienen una influencia definitiva en la educación, en la formación del hombre y es piedra angular del progreso de muchos pueblos.”[1]



A medida que me introducía en dos artículos que escribió Eloísa Vasco Montoya[2] sobre la educación moral[3], llegaron  a mi mente infinitas ideas para diseñar este escrito, pero no creí que me encontraría con el asunto de  los valores, el cual  intentaré integrar con la figura que tiene del maestro, como formador de valores[4]; pues la autora hace un reconocimiento al lugar que ocupa el  hombre dentro de la sociedad, cómo aquel sujeto que se ha dejado educar. Cabe recordar que la educación ha sido y seguirá  siendo  indispensable  para cualquier tipo de persona y cultura.

A lo largo de la historia, se ha observado la implicación que la educación tiene sobre el hombre cuando éste necesita adquirir un mayor conocimiento; se podría expresar en otras palabras, como una de las  razones por las que éste ha  logrado sobrevivir en un mundo que cada día está más  inundado por el fenómeno de la globalización. Por eso, hablar de educación moral y sobre todo de los valores, resulta muy problemático en una época donde 1) el pensamiento del ser humano está ocupado en otros asuntos  y 2) la cultura se ha encargado de asignarles  a éstos un sin numero no solo de definiciones, sino de atributos que traen consigo una carga moral[5], lo que conlleva a que continuamente la persona entre en dilemas morales, donde le corresponde confrontar lo que es o lo que debería ser, pero esto no puede verse como un simple problema sino como “el problema por excelencia de los dilemas humanos”[6]

Considerando lo anterior, resulta interesante comprender el transito que Vasco M. hace  a los valores morales  desde dos enfoques que aborda en su articulo ” El  maestro como formador de valores” con el fin, de analizar algunas implicaciones que se tienen respecto al rol del maestro a la hora de impartir la educación moral a sus estudiantes: el primero, recibe el nombre de “transmisión cultural” el cual, considera que “los valores morales pueden enseñarse directamente por la cultura”[7] es decir, cada cultura tiene su propio conjunto de lo que es bueno “ y lo que es bueno en una cultura puede no serlo para otra”[8] y el segundo, lo denomina” clarificación de valores”[9]por estar más enfocado en el proceso de valoración, que en la misma definición de valores morales.

Vasco no ve viable el primer enfoque, pues al tratarse de valores inmovibles por ser transmitidos por la cultura; el maestro debe elaborar su plan de área, en el que conviene  abordar valores que deben ser reforzados; debido al comportamiento que han tenido los estudiantes en clase. Lo que conduce a efectuar un conjunto de actividades,  donde no impera el reconocimiento del otro, ni la reflexión, sino el cumplimiento de logros, que lo único que hacen es limitar y encasillar a los estudiantes en una especie de conductismo. Por consiguiente, no es coherente atribuirle únicamente al maestro toda la educación moral del estudiante, ya que por una parte,  la familia es una organización grupal que configura su mundo interno en la reconstrucción e internalización de las relaciones con los otros y por otra la institución educativa necesita cumplir con ciertos parámetros para mantener el nivel académico frente al MEN lo que implica, que el maestro cumpla con unos estándares de calidad.[10]
Otro aspecto que me pareció importante para abordar el tema, es que parte de la dificultad radica en la definición que se tiene de la palabra valor. El concepto valor, conlleva a diferentes interpretaciones, sobre todo cuando nos referimos a éste en términos generales,[11] donde el maestro queda maniatado  frente al requerimiento de la escuela, la sociedad y la familia.

De acuerdo con lo anterior, a partir de este momento, trataré de explicar lo importante que resulta articular a la práctica pedagógica este asunto. Por ejemplo, en el libro “Maestros, Alumnos y Saberes” Vasco se refiere a los maestros, como aquellos que deben ser reconocidos por su  ser, saber y además, deben reflexionar sobre su quehacer diario, con el propósito de afrontar impedimentos.
Una nueva posición que confirma  la ideología que  tiene Vasco respecto a la educación moral o ética y los valores en cuanto al segundo enfoque mencionado al inicio, se observa en el contenido de otro artículo que escribió sobre “Género y Desarrollo Moral” [12]cuando manifiesta que “en las decisiones de la vida moral, en la consideración de las encrucijadas morales (o dilemas), es posible identificar y caracterizar  claramente dos orientaciones: una basada en la justicia, los derechos y los deberes, y otra basada en  consideraciones de compasión, protección de relaciones significativas, cuidado por el otro y por sí mismo”[13]Algunos de estos elementos, pueden contar con características que permiten sean interpretadas por el sujeto; de acuerdo con la idea que tiene del concepto valor, pero por ser éste poco conocedor, suelen originarse errores de forma involuntaria y más cuando se trata de valores éticos donde no cuenta con las herramientas o fundamentos suficientes para saber elegir.

Los estudiantes al tener diferentes intereses, plantean nuevas exigencias. Por consiguiente, el maestro debe seleccionar determinados temas que le permiten dilucidar e introducir los valores, pero desde “la clarificación de valores” donde se le posibilita al estudiante hacer una valoración de lo que lo rodea y  permite demostrarse así mismo y a los demás, que posee un valor personal. Por eso es importante involucrar el diálogo en el proceso educativo, con el propósito de  darle un sentido más amplio a la enseñanza. No se trata de dialogar solamente con quienes consideramos oyentes válidos, por el contrario, se trata de hacer del aula un lugar de inclusión. Este hecho no debe ser considerado  menor, por el contrario, es todo un reconocimiento pedagógico y didáctico, que pone en el centro de la escena al sujeto que se está educando porque “al alumno se le debe orientar para que privilegie el lenguaje y la argumentación racional como formas de interacción”[14]pues el ser humano no vive su vida moral aislado, sino,  socialmente y de manera pública. El maestro lo que debe hacer es, tomar la iniciativa, demostrar a los estudiantes las falacias que cometen  durante la discusión y así se podrá notar después de determinado tiempo, que éstos han interiorizado las correcciones y podrán corregirse unos a otros en situaciones similares. Pedagógicamente los valores son parte del bagaje cultural, es decir, son producto de nuestra historia y época en la que vivimos. Además, desempeñan una función importante en la formación del carácter tanto a nivel social como familiar y son “un carácter imprescindible para llevar a cabo el perfeccionamiento del hombre”[15].

Sin profundizar, se puede decir que el maestro es aquél que, poniendo en juego su vocación y sus aptitudes ayuda en la formación del sujeto y tanto él como el estudiante deben respetar la posición del otro.”No se trataría de entrar a proponer una regla o un conjunto de normas, sino de buscar el principio moral… con pretensiones de universalidad.”[16]Los valores pueden ser descubiertos, identificados e incorporados por el hombre, de ahí la importancia pedagógica que se les atribuye. Lo importante es considerar que es necesario articular la educación con el fomento de los valores personales  y sociales, con el propósito de conseguir un equilibrio en el estudiante. Me atrevo a decir, que se debería anular por completo la incorrecta idea de pensar que la pedagogía, sólo debe encargarse de asuntos que permitan desarrollar los procesos de aprendizaje del estudiante para que pueda interactuar e incluirse como un ser meramente social.
Vasco concluye aclarando que “aunque ha sostenido que los valores morales no se adquieren por “trasmisión cultural” debe tener en cuenta  que la cultura, la sociedad  y lo que allí se valora en el ámbito de lo público y lo privado tiene una decisiva influencia en la formación moral de la juventud”[17]


 

BIBLIOGRAFÍA


[1] Tomado de:
http://www.sapiens.com/castellano/articulos.nsf/educadores/valores_%C3%A9ticos del maestro_y_su_influencia_en _la_educaci%. Visitado día 8 diciembre 2009.

[2] Escuela y Ciudadanías. “Género y Desarrollo Moral” Editorial Corporación Regional. Medellín ,2003. Y  ” Revista de Pedagogía Caracas,” El  maestro como formador de valores “ Enero-Marzo de 1996 Vol. XVII- Nº- 45

[3]  en la que involucra la palabra valor la cual para ella “suele tener muchos significados, generalmente en función de la persona que la usa” Revista de Pedagogía Caracas, Enero-Marzo de 1996 Vol. XVII- Nº- 45

[4] Lo cual es muy problemático de abordar y de cierta manera muy pretencioso si se tiene en cuenta lo que aclara Vasco de lo que son los valores.
[5] Con respecto a la interacción que el sujeto ha establecido con el mundo que lo rodea
[6] Cardona Sánchez, Arturo. “Formación de valores: Teoría, Reflexiones y respuestas. Editorial Grijalbo. S.A. México 2000. Pág. 24
[7] Ibip Pág. 68
[8] Ibip Pág. 68
[9] Ibip pág. 69 “ Este enfoque recupera el ámbito de la reflexión y de la responsabilidad personal en la construcción de valores, pero no propone ningún criterio más allá del progreso de valoración consciente asumido”
[10] El tiempo que se le asigna para realizar su clase es insuficiente, pues en muchas ocasiones no logra para abordar en su totalidad los temas que ha preparado; pasando  así, temas que son realmente del interés de los estudiantes.
[11]  Ibip pág. 36
  a) propiedad o característica de una cosa que la convierte necesaria.
   b) Carácter, cualidad o principio ideal, propio de los seres.
   c) Cualidad o características que hacen valer una cosa.”
[12]  Artículo que se encuentra en: Escuela y Ciudadanías. Editorial Corporación Regional. Medellín ,2003.
[13] Ibip Pág. 102
[14] Ibip pág. 72 la idea sobre la argumentación racional y la utilización del lenguaje se basan en Habermas. 
[15] Diccionario Pedagogía Y Psicología. Editorial Cultura S.A. Madrid. 2008 Pág. 334
[16] Ibip Pág. 67
[17] Ibip Pág. 73

No hay comentarios:

Publicar un comentario